Un Mito sobre el Origen del Mundo Según la Cosmogonía Arhuaca
La Oscuridad Inicial: ZEIN ZARE ZANO
Según los Mamus y abuelos de la comunidad Arhuaca, en el principio todo era oscuridad. La frase exacta que pronuncian es «ZEIN ZARE ZANO«, que tiene un significado profundo relacionado con un tiempo muy lejano en el que todos los seres vivían en la oscuridad, esperando la llegada de la luz.
La Unidad en la Oscuridad
En este tiempo, todos los seres del universo compartían, bailaban, jugaban y se reunían sin ninguna diferencia de aspecto ni clase, porque todos estábamos en anugwe. Este estado de vida es uno donde no existen cuerpos, un estado espiritual y de unidad total. Los Mamos relatan que, en ese tiempo, la iguana era una sabia que ofrecía muchos consejos y disfrutaba de las fiestas. El pájaro yuru (oropéndola), por su parte, organizó los encuentros comunitarios y enseñó a las mujeres Arhuacas el arte de tejer la mochila. Esta mochila guarda la memoria de los seres y sus historias.
El Sabio Arwawiku y la Llegada de la Luz
En este tiempo inmemorial, existía un sabio muy viejo llamado Arwawiku, quien disfrutaba regañando y siempre estaba reflexionando sobre los grandes misterios. De repente, Arwawiku comenzó a recibir mensajes de otros mundos, mensajes que al interpretarlos, le indicaban que se aproximaba la luz.
Determinado a encontrarla, Arwawiku emprendió un largo viaje, llevando en sus mochilas muchos alimentos, los cuales consumía durante su trayecto en espiral o urumu (un símbolo que actualmente se refleja en uno de los dibujos tradicionales de la mochila Arhuaca). Mientras tanto, la comunidad, todavía sumida en la oscuridad, se preparaba para la llegada del nuevo mundo, y todos construían sus casas.
La Llegada de la Luz y el Destino de los Seres
Cuando finalmente la luz llegó, todos los seres que no habían construido sus casas quedaron atrapados en la oscuridad, y solo salían durante la noche. Todos los seres recibimos un cuerpo, pero seguimos viviendo en anugwe, la conexión espiritual de origen.
Arwawiku se quedó viviendo en los cielos, protegiéndonos a todos los seres, tal como lo hacía en la oscuridad cuando vivió junto a nosotros.
La Igualdad de Todos los Seres
Para nosotros, los Arhuacos, todos los animales, plantas, la tierra, el aire, el agua, somos iguales. Desde el principio, todos somos Anugwe, conectados espiritualmente, sin distinción. Este mito refleja nuestra creencia profunda en la unidad y la interconexión de todos los seres en el universo.
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