La Sierra Nevada de Santa Marta: El Corazón del Mundo y el Hogar de los Arhuacos. Los Arhuacos son un grupo étnico milenario que habita en la Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM), una prolongación de la cordillera de los Andes, al norte de Colombia. Esta montaña, la más alta del mundo cercana al mar, alcanza los 5.775 metros y nace en las playas del Mar Caribe, al igual que lo hicieron sus ancestros, los Tayronas.

Para los nativos de la Sierra, este territorio es más que una cadena montañosa: es una tierra sagrada, considerada el corazón del mundo, un lugar donde la energía vital del universo fluye, asegurando la armonía del cosmos. Además de los Arhuacos, tres pueblos más habitan la Sierra Nevada: los Koguis, los Wiwas y los Kankwamos, todos ellos descendientes de los Tayronas. Para estos pueblos, su misión es cuidar y proteger la Sierra, su hogar sagrado.

La Sierra Nevada de Santa Marta: El Corazón del Mundo y el Hogar de los Arhuacos

La existencia de estas comunidades en la Sierra es, en gran parte, gracias al refugio que les proporcionaron sus montañas durante la colonización. Los cerros sagrados permitieron que los nativos conservaran su cultura, sus tradiciones y su sabiduría ancestral. Los abuelos indígenas Arhuacos aseguran que es gracias a estos cerros que hoy se reconocen como un pueblo originario, con un profundo conocimiento sobre la naturaleza, su cultura, pensamiento y lengua propia.

La Ley de Origen y los Ancestros Tayronas

Los Mamos y abuelos de las comunidades indígenas cuentan que los ancestros Tayronas surgieron del mar, donde comenzó la ley que rige la vida. En aquel tiempo, cuando todo era oscuridad (Sein Zare Zano), el agua del mar, llamada Jiwu, era solo una espuma donde convivían todos los seres en un estado de vida sin cuerpo material, conocido como Anugwe. En este estado, animales, plantas, rocas y demás seres vivían en armonía, sin distinción.

Según los Mamos, de las espumas del mar se originó la tierra, un proceso que ocurrió tras la llegada de la luz. El padre sol, que vivía en el mar, anunció la llegada de la luz y ordenó a todos los seres construir su casa. Aquellos que no lo hicieron, quedaron viviendo en la oscuridad. Cuando el padre sol regresó con la luz, nació lo que hoy conocemos como la ley de origen.

Para las comunidades indígenas de la Sierra, el mar es visto como una fuente de vida. Las espumas que llegan a la orilla son consideradas semillas que fecundan la tierra en un acto sagrado de creación. Allí habita Seykunuma Mankunuma, la madre que controla los movimientos de la tierra, como los temblores. Ella se nutre de los ríos que recorren la tierra, llevando alimentos; si los ríos no logran nutrirla, la madre enfurece, y puede devolvernos al mar, como en el principio de los tiempos.

La Sierra: Prolongación del Mar y la Vida

Para las etnias de la Sierra Nevada, este macizo montañoso es una prolongación del mar y de sus seres sagrados. En la orilla del mar, el recuerdo de cómo se formó el universo está siempre presente, recordando la ruta por la cual llegaron los ancestros y a la que todos regresaremos cuando nuestra misión en la tierra concluya.

La Sierra Nevada de Santa Marta no es solo un paisaje de belleza indescriptible, sino el corazón espiritual y cultural de los pueblos indígenas que la habitan. Para los Arhuacos, y los demás descendientes de los Tayronas, este territorio no es solo su hogar, sino el lugar donde se preserva la ley de origen que guía su vida en armonía con la naturaleza.

Somos indígenas Arhuacos, nuestro centro de acción está en Swaka, Sierra nevada de Santa Marta, tenemos una tienda en línea: www.despensadelasierra.com y una tienda física en Bogotá

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