El término tradicional oral implica ser “contado de boca en boca a través del tiempo”, para las comunidades indígenas esta práctica ha permitido conservar saberes, costumbres, leyendas y mitos a través de los años. El pueblo Arhuaco no es la excepción de ello y utiliza la tradición oral especialmente para transmitir el conocimiento ancestral, las leyes, la organización comunitaria, política y también sorprendentes relatos de leyendas y mitos.

En este blog vamos a compartir un relato que nos ha contado muchas veces nuestra abuela, la leyenda de “SIRIGUNGU”.

Hace muchos muchos años, cuando en la Sierra Nevada existían pocos caminos de herradura, en una majestuosa montaña de la región conocida como “Ywisingeka” vivía una única persona, era una abuela de estatura alta, abundante cabello, tez morena, y grandes ojos negros conocida como SIRIGUNGU. Era conocida por todos porque su casa era la única que se encontraba en el camino que comunicaba a varias regiones, además, por su amabilidad con los viajeros, a quienes siempre ofrecía guarapo de caña en alto grado de fermentación.

Hubo una época en que empezaron a suceder una serie de desapariciones de viajeros en la zona, entre adultos y niños el número aumentó dramáticamente por lo que las autoridades y la comunidad se sintió desconcertada y alarmada. Los poderosos sabedores o “Mamus” como primera autoridad fueron convocados a realizar los rituales espirituales que ayudarán a esclarecer la situación. Fueron ellos quienes dieron la primera alerta que la abuela SIRIGUNGU, estaba involucrada en las desapariciones. Ante ello se escogió un grupo de jóvenes de la comunidad para visitarla y corroborar las señales dadas por los espíritus. 

Los jóvenes elegidos durante semanas recibieron una preparación espiritual para llevar a cabo esta misión pues se percibía que Sirigungu tenía una poderosa energía negativa que envolvía a los que tenía cerca. En una primera visita a la abuela, los Mamus y jóvenes pudieron ver rastros de los desaparecidos en las chozas y otros indicios que daban cuenta de su responsabilidad en ello. En la comunidad luego de meses de pagamentos y rituales se descubrió que aquella mujer era una poderosa hechicera que tenía más de un milenio en la zona.

Cuando las jóvenes volvieron a casa de la abuela Sirigungu esta comprendió lo que sucedía y trato de huir por el filo de una enorme montaña de rocas, sin embargo, en este afán por huir cayó por un enorme precipicio quedando su figura marcada en la roca donde fue a dar. Se dice que aún a la fecha se puede observar la silueta en aquellas rocas.

La comunidad volvió a la tranquilidad y unidos pudieron superar este triste episodio que padecieron. Esta es una leyenda famosa en la comunidad porque aun podemos ver huellas en donde ocurrieron estos hechos.