TEJIENDO TRADICIÓN, TEJIENDO CULTURA: Las primeras puntadas y la simbología del tejido de la mochila Arhuaca
Orígenes y significado
Cuenta la leyenda que al inicio de todo lo material que existe, predominaba la oscuridad y en ella existíamos como energía o espíritu, sin cuerpos físicos, y fue en ese estado que se aprendió el tejido que aún hoy se conserva.
La explicación de los inicios de la mochila como prenda y elemento estructural de la cultura Arhuaca está inserta agradablemente en mitos, leyendas y saberes que circulan por generaciones en la comunidad indígena Iku. La mochila es un elemento diferenciador de sentido en tiempo y espacio entre hombres y mujeres; es una actividad ritual a cargo de las mujeres, y en ellas, más que un tejido elaborado con las manos, se plasman sus vivencias, pesares y alegrías. De esta manera, una mochila es el símbolo de la vida, de su origen y de su devenir en el mundo.
El hacer mochilas es una tarea cargada de espiritualidad; es por eso que todo tiene un proceso y un tiempo adecuado. Por ejemplo, para empezar a tejer, a las niñas se les otorga un conocimiento y todo un ritual para entender desde las puntadas todos los escalones de la vida. El proceso de elaboración comprende una parte espiritual y una parte de trabajo manual. El trabajo espiritual es un permiso que entrega el Mamo cuando la niña empieza a ver y a practicar el tejido siguiendo el ejemplo de la madre. Cuando las niñas están en este proceso, se habla de un aprendizaje de vida, porque tejer mochila significa vida «hacer vida». Una vez realizados los rituales, las niñas pueden empezar a hacer los dibujos guiadas por la mamá. El trabajo manual comprende una serie de etapas:
- La esquila de las ovejas, trabajo realizado tanto por hombres como por mujeres.
- Lavado y secado de la lana, se hace para mejorar la calidad de la lana.
- Escarmenado, que corresponde a la separación de las fibras para seleccionar la lana de mejor calidad.
- Hilado, procesos de unión de fibras para crear hilos.
- Corchado, consiste en corchar o unir dos hilos que serán utilizados para tejer.
Estas actividades son formadoras de comunidad y constituyen una riqueza invaluable para el bienestar social de la cultura.
Las primeras puntadas, el tejido como forma de reivindicación
Nuestra tradición Arhuaca nos habla de la primera guati (mujer) que dio inicio al tejido de la mochila Arhuaca. Su nombre era Ati Nawoba. Se dice que, estando ella en una profunda reflexión acerca de su conducta, quedó encantada al observar a una araña construir su casa.
La forma tan magistral en que entrelazaba sus hilos, dándole forma a un tejido precioso. De esta manera, fue como ella decidió imitar esta manera de tejer; es ahí donde nació en ella la inspiración para dar inicio al tejido de la primera mochila Arhuaca. Los primeros materiales que utilizó fueron: algodón, kanunka, siunka y bechu o fique. Poco a poco fue perfeccionando la técnica y enseñando a los miembros de la comunidad la manera en que lo hacía. De ese modo, dejó plasmadas ahí sus ideas, pensamientos, energía y sentimientos.
En cada puntada del tejido de las mochilas, se reflejan los grandes temas que incumben a una comunidad profundamente respetuosa por la naturaleza, su relación con los antepasados, las relaciones cosmogónicas y cosmológicas sobre la existencia en el universo. De igual manera, el tejer mochila es un acto social propio de la comunidad que simboliza el origen de la vida. Una mochila Arhuaca simboliza la vida, su origen y su devenir en el mundo. Cuando compras una mochila, no compras simplemente un objeto; te estás llevando una historia y los reflejos culturales de una de las comunidades indígenas autóctonas de Colombia, los Arhuacos o Iku.
TEJIENDO TRADICIÓN, TEJIENDO CULTURA. Cuando se inicia un tejido, cada línea y cada puntada cuentan una historia:
«Tejer una mochila son actos formadores de comunidad y constituyen una riqueza invaluable para el bienestar y la cohesión social de la cultura».
En cada puntada del tejido de las mochilas, se escribe el pensamiento; es eso lo que enseñan los mayores. Es por eso que debe hacerse con respeto, en armonía y en sus tiempos. De esta manera, en el tejido, formado por nudos, se reflejan los grandes temas que incumben a una comunidad profundamente respetuosa por la naturaleza.
En el tejido, también, se guarda la relación con los antepasados, las creencias cosmogónicas y cosmológicas sobre la existencia en el universo.
“Mientras las palabras, al ser dichas, se suspenden en el aire por unos segundos y luego se desvanecen, las puntadas quedan grabadas. Las manos no solo entrelazan lana, sino que en ese ir y venir de la aguja va quedando la huella de lo dicho. Por eso, tejer es una manera de dialogar, de resolver conflictos; es el acto también de convivir y de recrear, de construir pensamiento e historias; es decir, es hacer comunidad.»
Somos indígenas Arhuacos, nuestro centro de acción está en Swaka, Comunidad de Jimain Sierra Nevada de Santa Marta/Cesar
Tenemos una tienda en línea :www.despensadelasierra.com y una tienda física en Bogotá
Te invitamos a seguirnos en nuestra redes sociales
Instagram: https://www.instagram.com/despensadlasierra/
Facebook: www.facebook.com/despensadelasierra